PECES

 
 

Pez, animal vertebrado acuático que suele tener branquias en la fase adulta y cuyas extremidades, cuando existen, adoptan la forma de aletas. Al contrario que otros grupos de animales comúnmente reconocidos, los peces son un conjunto heterogéneo de grupos que no pueden ser identificados por ningún rasgo definitorio (por ejemplo, los mamíferos se caracterizan por la presencia de glándulas mamarias o pelo). Hay, por tanto, excepciones a la definición que aquí se ofrece. Por lo general, se da por supuesto que los peces engloban a los vertebrados carentes de mandíbulas, como la lamprea y el mixino; también se cuentan entre ellos el tiburón, la raya, la quimera, los dipnoos o peces pulmonados y los peces óseos. Este último grupo comprende los individuos que acostumbramos a llamar peces.
Edad y diversidad
Los primeros vertebrados conocidos eran peces sin mandíbulas que dejaron restos fosilizados en las rocas del ordovícico, periodo que comenzó hace unos 480 millones de años. Las formas más primitivas eran pequeños, rara vez superaban unos pocos centímetros de longitud, y tenían las branquias en una serie de sacos. Los primeros peces con mandíbulas evolucionaron durante el devónico, la llamada era de los peces, y se convirtieron en la forma dominante de vida vertebrada, tanto en hábitats marinos como de agua dulce. Los principales linajes de peces, como los tiburones, el celacanto y los peces óseos, aparecieron hacia finales de este periodo.
Los peces representan más de la mitad del total de los vertebrados modernos conocidos. Los científicos reconocen un número total estimado de 22.000 especies vivas, en comparación con las 21.500 de anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Al contrario de lo que ocurre con los demás vertebrados, siguen descubriéndose nuevas especies de peces a buen ritmo; se espera que se aproxime a las 28.000 el número final de especies reconocidas.
Anatomía
En general, los peces tienen forma ahusada, con el cuerpo moderadamente aplanado en los lados y más afilado en la zona de la cola que en la de la cabeza. Sus principales rasgos son el juego de vértebras repetido seriadamente y los músculos segmentados, que permiten al pez desplazarse moviendo el cuerpo de forma lateral. Por lo general está dotado de una serie de aletas, formadas por membranas con una armadura de espinas, que actúan como medio de propulsión o de orientación del movimiento. En la línea dorsal, en la parte superior del cuerpo, puede haber una o más aletas dorsales. En el extremo de la cola hay una aleta caudal que es el principal órgano para generar el empuje por el que se mueve la mayoría de las especies. En la línea ventral hay una o más aletas anales, situadas entre la abertura anal y la cola. El cuerpo tiene dos pares de aletas laterales: las pectorales, que suelen estar situadas a los costados, detrás de los opérculos que cubren las branquias, y las pélvicas, que se encuentran en la zona abdominal, entre la cabeza y la abertura anal. Entre los peces hay gran diversidad de formas y peculiaridades anatómicas, que oscilan desde las de la anguila (similar a una serpiente) hasta las del pez luna, que tiene forma de globo, o los peces planos como el lenguado. Las aletas pueden estar muy modificadas o ausentes, de acuerdo con los distintos modos de vida. Algunas especies de anguilas de las ciénagas carecen de casi todas las características que distinguen a los peces, como las branquias, las aletas y las escamas, e incluso pueden llegar a ser sobre todo terrestres. Unas 50 especies de peces óseos carecen de ojos.
También hay gran diversidad en lo que se refiere al tamaño. Un gobio recién descubierto en el océano Índico mide sólo 10 mm de longitud, mientras que el tiburón ballena puede alcanzar hasta 15 m y pesar 68.000 kilogramos.
Los peces muestran también gran variedad de colores, y exhiben múltiples coloraciones y dibujos. En general, su coloración es más clara en la zona ventral que en la dorsal, pero en el agua los peces parecen tener un color uniforme debido a que la luz procede de la superficie. Una serie de peces tropicales (en especial el pez mariposa) tienen colores y dibujos llamativos. Su coloración puede servir como medio de reconocimiento o, en el caso de las especies venenosas, como advertencia para sus depredadores potenciales. Muchos peces tienen la capacidad de alterar sus colores para confundirse con su entorno. En los acuarios se ha observado que la platija puede cambiar de color adoptando un diseño a cuadros que imita el del fondo del recipiente.
Muchas especies tienen formas especializadas y órganos que les ayudan a cazar y alimentarse. Entre éstas se encuentran varias especies abisales que disponen de órganos luminosos para atraer a sus presas. El rape reposa sobre el fondo oceánico y exhibe un señuelo en forma de gusano en el extremo de una larga espina a modo de cebo para atraer a otros peces.
Escamas
El cuerpo de la mayor parte de los peces está cubierto de una capa de escamas, placas óseas o córneas dispuestas en hileras solapadas en las que el extremo libre de una escama se superpone al extremo superior de la siguiente. Las escamas suelen estar cubiertas por una delgada capa epidérmica. En cierto número de especies las escamas se transforman en placas óseas; en algunas, como la anguila, las escamas son diminutas, mientras que en otras, como el siluro, están casi ausentes.
En ocasiones, los peces se han clasificado de acuerdo a la forma y características de sus escamas. Los tipos más importantes de éstas son las escamas gonoideas, con forma de rombo y cubiertas con una capa similar a un esmalte; las escamas cicloideas, que son casi redondas con bordes lisos y las escamas ctenoideas, que también son redondeadas pero tienen los bordes expuestos y serrados, o en forma de peine. La capa epidérmica del cuerpo presenta unas células que contienen pigmentos y dan al pez su color característico. En la capa epidérmica hay también células que segregan una mucosidad escurridiza que cubre la totalidad del cuerpo.
Esqueleto
La cubierta escamosa del cuerpo de un pez constituye su esqueleto dérmico. El endoesqueleto (o esqueleto óseo interno) de la mayor parte de los peces actuales está formado por un cráneo con mandíbulas equipadas de dientes, una columna vertebral, costillas, un arco pectoral y una serie de huesos interespinales que sustentan las aletas. En los peces antiguos, representados en nuestros días por especies como el esturión, el esqueleto es cartilaginoso en lugar de óseo.
Órganos internos
El aparato digestivo de los peces consta, por lo general, de una boca dotada de hileras de dientes afilados o en forma de cepillo, una faringe, un esófago, un estómago y un intestino que termina en un orificio anal. Los diferentes órganos que componen el sistema digestivo no están diferenciados con claridad en todas las especies, aunque todas ellas tienen páncreas e hígado.

El aparato respiratorio de los peces mandibulados consiste en una serie de hendiduras branquiales que comunican la faringe con las cámaras branquiales situadas a ambos lados de la cabeza. Estas cámaras se comunican con el agua exterior, pero pueden estar cubiertas por una serie de huesos llamados conjuntamente opérculos. En el interior de la cámara y las hendiduras branquiales están las branquias, que adoptan la forma de delgadas láminas o filamentos a través de los cuales circula la sangre. Cuando el pez absorbe agua y la expulsa a través de las branquias, el oxígeno disuelto en ella atraviesa la delgada membrana de las branquias y se disuelve en la sangre, mientras el dióxido de carbono sale de ésta y se disuelve en el agua. Unas pocas especies, no obstante, como los dipnoos (o peces pulmonados) pueden respirar también el aire atmosférico por medio de un pulmón bien desarrollado. La mayoría de los peces óseos tienen un órgano que utilizan para controlar su flotación llamado vejiga natatoria. Este precursor del pulmón es una cámara que comunica con el canal alimentario y se llena de oxígeno y nitrógeno extraídos de la sangre, su principal función es adaptar al pez a la presión existente a diferentes profundidades para de que tenga una capacidad de flotación neutra, lo que permite permanecer a cualquier profundidad sin esfuerzo.
El sistema circulatorio de la mayoría de los peces es sencillo; está formado por un corazón con dos cámaras que impulsa la sangre hacia adelante, en dirección a las branquias de ellas hacia la cabeza, y desde ésta última al resto del cuerpo a través de una gran arteria situada debajo de la espina dorsal. El ritmo circulatorio es inferior en los peces que en otros vertebrados.
Músculos
Los principales músculos del cuerpo de los peces están dispuestos a lo largo de los costados del tronco y la cola. La masa muscular de mayor tamaño recorre el dorso a cada lado de la espina dorsal y la masa de menor tamaño se encuentra debajo de la primera. Cada masa muscular está compuesta por una serie de segmentos entrelazados. En la natación ordinaria, la contracción sucesiva y alternante de los segmentos musculares de cada lado (de adelante hacia atrás) da a la aleta caudal un movimiento ondulante lateral. Unos músculos pequeños controlan los movimientos de la boca, las branquias, las aletas y los ojos. Unos cuantos tipos de peces, como la anguila, nadan por medio de movimientos serpentinos del cuerpo, mientras que otros, entre ellos el pez cofre, se mueven por la acción de sus aletas, casi sin mover el cuerpo.
Sistema nervioso
El sistema nervioso central de la mayor parte de los peces consiste en una médula espinal y un cerebro dotado de un gran cerebelo, un par de lóbulos ópticos, un cerebro pequeño y una médula oblongada. La forma y tamaño de las diversas partes del cerebro varían mucho de una especie a otra. Los ojos tienen cristalinos casi esféricos con una córnea aplanada. La totalidad de la lente del ojo se mueve hacia adelante y hacia atrás respecto a la retina para enfocar la vista a diferentes distancias. Los ojos de algunos peces cavernícolas que viven en total oscuridad son rudimentarios o están ausentes. Los peces huelen por medio de un par de orificios nasales dobles que conducen a una cámara olfativa; muchos de ellos detectan los estímulos olfativos a través de órganos sensoriales o tentáculos (barbelos) que llevan alrededor de la boca o en otras partes del cuerpo.
Los peces oyen sin ayuda de oídos externos. Las vibraciones del sonido son transmitidas a través de los huesos hasta el cráneo y un oído interno que contiene tres canales semicirculares, el cual actúa también como órgano del equilibrio. Los peces tienen también órganos sensoriales especiales llamados líneas laterales; consisten en canales que recorren los costados de la cabeza y el cuerpo y están comunicados con el exterior por medio de pequeños poros. La principal función de la línea lateral es detectar vibraciones de una frecuencia muy baja, pero en algunas especies también puede detectar campos eléctricos de poca potencia.
Reproducción
Los peces tiene diversos mecanismos de reproducción. Aunque la heterosexualidad es el más común, algunas especies son hermafroditas -es decir, sus miembros desarrollan tanto ovarios como testículos, bien en fases vitales distintas o simultáneamente-. Algunas especies de rapes exhiben parasitismo sexual; en este caso, el macho se fija sobre el cuerpo de la hembra de forma permanente, obteniendo su alimento del sistema circulatorio de ésta.
Los peces ovíparos son los que ponen huevos, que son fecundados en el exterior del cuerpo de la hembra; en estos casos, el desarrollo de las crías es también externo. Las especies que dispersan sus huevos en el agua producen a menudo cantidades prodigiosas de ellos. Un único bacalao, por ejemplo, puede producir hasta 7 millones de huevos. Otros peces ovíparos, como el salmón del Pacífico pueden efectuar notables migraciones de regreso a su lugar de origen para desovar. La atención familiar tras la puesta puede estar totalmente ausente, o ser muy elaboradas implica la defensa del territorio o el nido. En la amia y algunos cíclidos africanos, los peces jóvenes penetran en la boca de uno de sus progenitores para huir de la amenaza de los depredadores.
Los peces vivíparos presentan fecundación interna y alumbran las crías en un estado de desarrollo avanzado. El viviparismo se ha dado a menudo entre los peces y perdura en el tiburón, el celacanto y algunos peces de acuario como el guppy. Hay diversos mecanismos para proporcionar nutrientes a los embriones, que pueden multiplicar hasta mil veces su tamaño antes del alumbramiento. Ciertas especies son ovovivíparas, lo que quiere decir que las crías salen del huevo en el oviducto de la hembra y, por tanto, nacen vivas.
Diversidad de los hábitats
Los peces ocupan casi todos los hábitats acuáticos concebibles. Ciertas especies de cipronodóntidos abundan en el lago más alto del mundo, al lago Titicaca en la frontera entre Perú y Bolivia (a 3.810m); se han detectado otras especies en el fondo del lago más profundo, el lago Baikal (1.637 m de profundidad) en Rusia, y en las profundidades abisales de los océanos (a 7.000 m de profundidad). En un manantial de aguas termales de México, los ciprinodóntidos toleran temperaturas de hasta 45ºC, mientras que algunos peces del Antártico vive a unos -2ºC, el agua no se congela a estas temperaturas debido a su elevado contenido en sal, y el pez logra vivir porque su sangre contiene una forma de anticongelante biológico. Algunos peces viven en agua dulce casi pura, mientras que un algunos cipronodóntidos toleran salinidades cuatro veces superiores a las del mar. Los peces cavernícolas pueden pasarse toda la vida en completa oscuridad, mientras que los de las ciénagas de los desiertos experimentan niveles máximos de irradiación solar. Un grupo de peces anuales de Sudamérica sobreviven a la desecación periódica de su hábitat atravesando la estación seca en forma de huevos en estado latente, saliendo de éstos y desarrollándose cuando llega la siguiente estación húmeda.
En las aguas tropicales es donde vive un número mayor de especies marinas, sobre todo en asociación con los arrecifes de coral. La mayor diversidad de especies de agua dulce se da en los grandes lagos de África y en los arroyos de las selvas  (pluvisilvas) tropicales, en especial en la cuenca del Amazonas, en Sudamérica.
Valor económico
Los peces constituyen una de las fuentes más importantes de proteínas animales para el ser humano, y muchos de ellos se aprovechan como alimento. Otros usos son la fabricación de fertilizantes nitrogenados a partir de peces y sus desechos, la extracción de aceites de hígado como fuente de vitamina D, y la fabricación de alimentos para animales domésticos. Las escamas de pescado se usan a veces para la fabricación de perlas artificiales. La cola de pescado (colapez o gelatina de pescado), un tipo de gelatina, se obtiene de las vejigas natatorias de ciertas especies y además se hace cola o pegamento con restos de peces.
Clasificación científica: los peces se clasifican de diferente forma según los distintos zoólogos. Ciertas clasificaciones son extremadamente complejas y establecen más de 100 órdenes y subórdenes. En el sistema más utilizado, el subfilo Vertebrados se divide en dos superclases: Agnata, que comprende la lamprea y otros peces sin mandíbulas, y Gnatostomata, que abarca a los peces con mandíbulas articuladas. Estos últimos se dividen en dos clases: la clase Condrictios -peces cartilaginosos, como el tiburón, la raya y la quimera- y la clase Osteictios, formada por los peces óseos. Los peces óseos se dividen en las subclases Sarcopterigios -peces de aletas lobuladas- y Actinopterigios -peces de aletas con radios-. Estos últimos se dividen en dos grupos, 1) Condrósteos, como el esturión y 2) Neopterigios, que comprende diez superórdenes: el primero de ellos (Ginflymodi), que engloba los lepisósteos; Halecomorfors, entre los que se encuentra la amia; Elopomorfos (anguila y tarpón); Clupeomorfos (anchoa, arenque y sábalo); Osteoglosomorfos (salmón, lucio, eperlano); Ostariofisios (arapaima o picarucu, pez elefante); Protacantopterigios (siluro, anguila eléctrica, carpa); Escopelomorfos (pez linterna); Paracantopterigios (bacalao, merluza, pez sapo); y Acantopterigios (perca, pez de san Pedro, pez piedra, caballito de mar, pez luna, atún, lenguado, acantopterigios, rémora).

 

Pesca Comercial, término aplicado a las actividades relacionadas con la captura de peces o mariscos, con una finalidad económica. La pesca es fundamentalmente marina, pero también se lleva a cabo en los grandes lagos y ríos. Las pesquerías o caladeros más productivos se extienden desde la costa a lo largo de la plataforma continental, a una distancia de tierra de unos 80km de promedio. Tienen menos de 200m de profundidad pero, debido a las corrientes y temperaturas favorables y a la abundante vida vegetal, contienen la mayor parte de los peces de los océanos. Las pesquerías son especialmente productivas en zonas de corrientes emergentes, donde suben a la superficie aguas profundas frías y ricas en nutrientes. La captura o recogida de ballenas, moluscos, crustáceos y algas como la laminaria gigante también se consideran parte de la industria pesquera.
Principales caladeros
Existen ricos caladeros en el mar del Norte, en la plataforma continental de Islandia, en los Grand Banks (Grandes Bancos, frente a las costas del este de Canadá), en los Georges Banks (frente a las costas de Nueva Inglaterra), junto a la costa suroccidental de Estados Unidos, frente a las costas de Perú, en el mar de Barents, en el golfo de Alaska y frente a las costas de Japón.
Los principales países en captura pesquera son Japón (14,5%), la antigua Unión Soviética (12,5%), China (7%), Estados Unidos (6%) y Chile (5,5%), seguidos de Perú (3,5%), India (3,5%) y Corea del Sur (3%).
Tipos de peces capturados
En los caladeros marinos se pescan dos tipos de peces: los de baja profundidad y los de gran profundidad. Los primeros frecuentan aguas cercanas a la superficie, suelen migrar con las estaciones y se desplazan en grandes bancos; es el caso del atún, el salmón, la anchoa, la sardina y el arenque. Los peces de gran profundidad frecuentan los fondos del océano y son menos gregarios; buenos ejemplos son el bacalao, el halibut, el lenguado, el eglefino o la platija. Los invertebrados son muy abundantes en el océano, pero sólo representan un pequeño porcentaje en el peso de las capturas; se pescan fundamentalmente en aguas poco profundas. Las especies de mayor importancia comercial son las ostras, los crustáceos y moluscos, como las almejas, las langostas, los cangrejos, los camarones y los calamares o pulpos.
Métodos de pesca
En la pesca comercial, las redes se echan cerca de la superficie o se arrastran a lo largo del fondo; la red de superficie más eficaz es la red de cerco, una red larga semejante a una cortina y colgada de flotadores, que se arrastra en círculo alrededor de un banco de peces y después se cierra por el fondo como si fuera una bolsa tirando de un cabo. La red de enmalle tiene unas mallas con el tamaño justo para dejar pasar la cabeza del pez y enganchar las agallas; generalmente este tipo de redes se deja a la deriva en la superficie para capturar peces de poca profundidad, pero en ocasiones se anclan al fondo para pescar especies que se hallan a una profundidad mayor. La redes de arrastre sirven para capturar peces de gran profundidad como el bacalao, y son las más importantes en la pesca comercial de aguas profundas; tienen forma de calcetín y son arrastradas por dos grandes cables.
Los palangres, utilizados para capturar peces de superficie (como el atún) o de profundidad (como el halibut), son cables largos y pesados a los que están unidos sedales auxiliares con anzuelos en los que se coloca un cebo. Pueden tener varios kilómetros y suelen fijarse a una boya anclada o arrastrarse desde el barco. Una vez cargados, los palangres se llevan a cubierta mediante cabrestantes. Véase Barcos pesqueros.
Los mariscos de aguas profundas, especialmente los bivalvos, como las almejas, se recogen mediante dragas mecánicas. Más cerca de la costa, las ostras también se recogen con dragas o con pinzas de gran longitud. Las almejas intermareales se capturan en marea baja con rastrillos de dientes largos. Los cangrejos se dragan o se atrapan en nasas de alambre. Las langostas y bogavantes se capturan con nasas de madera o alambre.
Tecnología pesquera avanzada
Las modernas flotas de pesca, como las de Rusia o Japón, tienen grandes arrastreros que pueden izar fácilmente cargas netas de hasta 100 toneladas de pescado, que se limpia y se ultracongela en alta mar. Estos barcos pueden pescar en caladeros lejanos de la costa durante varios meses.
El sonar se ha convertido en una forma eficaz de localizar y determinar el tamaño de los bancos de peces y la especie a la que pertenecen. Para detectar peces de superficie suelen utilizarse aviones o helicópteros. Los bancos de algunas especies, como los calamares, son atraídos mediante luces intensas y succionados con poderosas bombas aspirantes.
Agotamiento de los recursos marinos
Debido a la mejora en las tecnologías, las capturas mundiales de pescado se triplicaron durante las dos décadas posteriores a la IIGuerra Mundial, tras lo cual se estancaron. Aunque existen motivos naturales para ese declive (como los cambios en las corrientes oceánicas), no cabe duda de que las causas de origen humano como la contaminación y la sobrepesca también han contribuido. En la actualidad se pescan en exceso el halibut, el arenque, el bacalao, el salmón, la anchoa, la sardina y algunas especies de atún.
Para controlar la explotación de los caladeros costeros, Chile declaró en 1945 un límite regulador para la pesca extranjera de 200 millas marinas (370km); más tarde, otros países sudamericanos hicieron lo mismo. La comunidad internacional se opuso durante algún tiempo a estas cuestiones, pero en 1976 Estados Unidos aprobó la Ley de Conservación y Gerencia de Caladeros, que permite a los barcos extranjeros cuotas limitadas de pesca en la zona situada a menos de 200 millas de la costa estadounidense, y en la actualidad la mayoría de los países reivindica zonas de exclusión de 200 millas.
Se ha ejercido una presión en relación con el uso de redes de deriva porque también capturan especies no aptas para el consumo humano. Estas redes, de hasta 65km de largo, son utilizadas por las flotas pesqueras de Japón y otros países asiáticos principalmente para la pesca del calamar; sin embargo, también atrapan mamíferos y otros peces valiosos.
El futuro de los caladeros
Resulta difícil obtener una información precisa sobre el tamaño de las poblaciones de peces, porque las especies oceánicas efectúan largas migraciones o viven a demasiada profundidad para realizar un recuento apropiado. Esta falta de información hace que sea difícil llevar a cabo una gestión de la producción sostenible de los caladeros. Los investigadores están intentando limitar la sobrepesca de las especies más demandadas en los mercados, estudiando métodos para procesar y comercializar especies menos populares y los pescados actualmente utilizados para fabricar piensos.
La cría oceánica es frecuente en muchas zonas y se puede realizar en el caso de especies que se agrupan para desovar. Los peces son acorralados con encañizadas estacionarias y pueden servir de alimento o utilizar sus huevas para criar más peces.
La acuicultura proporciona el control total de la producción de pescado. Una vez eclosionados los huevos, los alevines se introducen en tanques donde reciben piensos o en estanques donde comen alimentos naturales. La cría en tanques de salmón atlántico en Noruega o de camarones en Ecuador constituyen dos ejemplos de ello. En muchos países en vías de desarrollo, la cría de especies locales también puede proporcionar proteínas de forma más eficaz y barata que la pesca tradicional. En el año 2000 es posible que el 20% de las capturas proceda de sistemas de acuicultura.
 

Pesca deportiva, actividad deportiva consistente en la captura de peces con fines recreativos y no lucrativos, en contraposición a la pesca comercial. En la práctica de la pesca deportiva se emplean cañas de pescar, carretes, línea o sedal, y anzuelos con cebos naturales o artificiales para conseguir los peces. Es una de las formas más populares de esparcimiento en todo el mundo. Permite a la gente disfrutar al aire libre y aceptar el desafío de su persecución, luchar con peces escurridizos, y quizás, obtener comida.

Historia primitiva
El hombre ha pescado desde la edad de piedra, cuando huesos afilados a modo de lápices se utilizaban como cañas, y trozos de enredaderas como sedal. La pesca, en cuanto deporte y actividad de esparcimiento, es más reciente, aunque también se haya realizado en el pasado. La pintura más antigua que se conoce de un pescador con caña es egipcia y tiene alrededor de 4.000 años de antigüedad. Platón y Aristóteles mencionan la pesca con caña y Plutarco da consejos sobre los sedales para pescar. El retórico romano Claudio Aelian (170-235d.C.) escribió sobre los pescadores de truchas de Macedonia que usaban moscas artificiales o anzuelos con cebos emplumados.
En el mundo occidental, durante los primeros siglos antes de Cristo, la pesca estaba aparentemente reservada a las clases ricas, ya que sólo sus miembros disponían de tiempo para practicarla. Por ejemplo, algunos documentos del Imperio romano se refieren a opulentos romanos que construían estanques para pescar, proveerse de presas fáciles para la mesa o simplemente entretenerse.
Los métodos y equipos o aparejos usados para pescar han evolucionado lentamente a través de los siglos y hasta el siglo XV la pesca no se había desarrollado realmente como se conoce ahora. En 1496, Tratado de pesca con caña daba detalles específicos en inglés, por primera vez, sobre el uso de la caña de pescar. Escrito por Juliana Berners, que era la priora de una abadía cercana a Saint Albans, Hertfordshire, el libro contaba cómo hacer cebos y cañas para pescar, cómo atar nudos en los sedales de pescar e incluso más importante, cómo hacer y usar cebos y moscas artificiales según los hábitos alimenticios de los peces. Los preceptos expuestos por la autora supusieron las bases del conocimiento de la pesca en Inglaterra durante unos 150 años.
Izaak Walton
En 1653 Izaak Walton, en su libro El pescador de caña completo, o la diversión de un hombre contemplativo, contribuyó al conocimiento de los métodos de pesca, y divulgó, con extensas observaciones, los hábitos de alimentación de los peces, sus ciclos vitales y los problemas que los pescadores debían superar para engañar a sus presas. Walton postulaba también que el verdadero pescador es el que pesca por el amor a pescar y que obtener un pez, en términos deportivos, es muy superior a cualquier otro método de pesca. Con Walton, la pesca evolucionó hacia un arte, y además hacia una ciencia.
Pesca moderna
Desde entonces los pescadores no sólo se esfuerzan en mejorar su aparejo, tácticas y conocimiento de sus presas, sino que también se han dado cuenta de que deben proteger su deporte si quieren que sobreviva. La reproducción de la pesca en viveros, impedir la contaminación del aire y el agua, la restricción de la pesca en ciertas zonas, los límites de las capturas diarias y la legislación protectora se han iniciado en nombre de la preservación del deporte.
La pesca deportiva moderna se puede dividir en dos categorías: pesca de agua dulce y pesca de mar o agua salada. La pesca de agua dulce se practica en lagos, estanques, ríos y arroyos, mientras que la pesca de agua salada se realiza en océanos, estuarios y ríos en los que influyen las mareas. La pesca en agua dulce es, con algunas excepciones, menor que la que de agua salada; en consecuencia se pesca con cañas, carretes y sedales más ligeros y con cebos más pequeños. Para pescar en lagos, estanques y ríos grandes, los pescadores vadean, se quedan en la orilla, o usan una embarcación para aproximarse a la presa. Para pescar en ríos más pequeños y arroyos, se usan botas y vestimenta impermeable y se camina por el agua hacia la zona donde se sospecha que está la pesca. Cuando se pesca en agua salada la mayoría de los pescadores utiliza una embarcación que los lleva a los bancos de pesca de alta mar. Algunos caminan a orillas de la costa y playas o en los estuarios para conseguir los peces.
Los peces que se pescan en agua dulce son generalmente salmón, trucha marina, trucha parda y trucha arco iris. La última suele criarse en viveros y luego se suelta en reservas artificiales y lagos para pescar. La pesca común comprende escarcho, limpia fondos, breca, leucisco, perca, lucio y carpa. Las especies de agua salada más conocidas son bacalao, mújol, congrio, anguila, merluza, cazón, acedía y lenguado. Los pescadores de agua salada y dulce usan a menudo las mismas técnicas básicas, aunque el tamaño de los equipos difiere.
El equipo de pescar ha sido desarrollado y mejorado constantemente. Las cañas y los carretes son más ligeros gracias a materiales modernos como la fibra de carbono y plástico. Los sedales de nailon son más finos y resistentes a la rotura, aunque en ciertos casos esto no sea una ventaja.
Pesca de agua dulce
La pesca común usa dos métodos básicos: pesca con boya y caña de media o de bota. Las boyas están hechas de materiales flotantes como balsa o plástico y van fijadas en el sedal del carrete. Se añaden pesos (no tóxicos) para ayudar a descender al sedal y también para enderezar la boya y hundirla un poco en el agua. El anzuelo se fija en la línea principal con un tricot de sedal un poco más fino. Cuando pican los peces la boya se hunde un poco. El pescador entonces da un ligero tirón de la caña. Las boyas son de diferentes tamaños, formas y colores, para adaptarse a las diferentes condiciones y tipos de aguas.
En la pesca de caña de media o de bota (el segundo método más practicado) se acopla un peso no tóxico a la línea. Cuando se lanza al agua, tanto el cebo como el peso se hunden hasta el fondo donde permanecen inmóviles. El extremo de la caña de media es muy fino y se nota cuando pica un pez por un movimiento del final de la caña.
Ambos métodos mencionados tienen muchas variantes y es el pescador, basándose en su experiencia y conocimiento, quien decide cual usar en un determinado día.
Los pescadores utilizan gran variedad de cebos: cresas, gusanos, semillas de cáñamo, pan, maíz y carne son los más populares. Cebos especiales como bolitas (mezclas altas en proteínas del tamaño de una canica) se usan para pescar carpas.
Cebos artificiales
Cuando pescan con cebos artificiales, los pescadores lanzan sus cañas desde las embarcaciones o desde la orilla hacia áreas donde se puedan encontrar los peces. Una vez que el cebo se posa en el fondo, el pescador recoge sedal girando la manivela del carrete. Si un pez pica en el cebo que se sube, se enganchará por su cuenta. El pescador enrolla entonces el sedal en el carrete e introduce el pez en una red. Algunos pescadores prefieren sujetar el pez con la mano, si es posible.
Hoy, los cebos artificiales simulan casi toda la comida de los peces. Hechos de madera de balsa, plástico, metal, o goma, estos cebos pueden incluir uno o varios anzuelos. De acuerdo con su peso y diseño, los cebos artificiales podrán usarse para pescar en el fondo, a profundidad media, o en la superficie.
Los pescadores eligen sus cañas en función de las especies de peces que quieren conseguir. Las cañas ligeras se usan para peces pequeños y las resistentes para peces grandes. La mayoría de los pescadores consideran que no es deportivo usar cañas grandes para peces pequeños, ya que la presa entonces no puede demostrar sus habilidades para la lucha.
Pesca con mosca
La pesca de la trucha con mosca es, quizás, la forma más deportiva y difícil de practicar. Las cañas de pescar con mosca tienen entre 2,13 y 3,65m de largo, según el lugar donde se vaya a pescar (por ejemplo, un arroyo pequeño, un pantano o un río).
Los sedales para mosca difieren del nailon y dacrón que se usan en otros métodos de pesca. Revestidos con varios plásticos, hay diferentes tipos de sedales para mosca: flotantes y los que se hunden con rapidez o más lentamente. Una vez que el sedal de mosca se ha enrollado en el carrete, el pescador de mosca añade un sedal corto de tripa que une al principal. Los extremos de pescar con mosca son mucho más ligeros, con un diámetro menor que el de la línea principal. El propósito es dejar al pescador más libre y dar una oportunidad al pez que pique para luchar.
Al final de la línea se acopla una mosca, que imita al tipo de insecto que comen los peces. Hecha de plumas, cabellos, o materiales sintéticos alrededor de un anzuelo, la mosca no tiene casi peso alguno. Las imitaciones de insectos, acuáticos en sus estados de ninfa, crisálida o adulta, pueden ser tan grandes como una bola de golf o tan pequeños como una goma de borrar. Los pescadores eligen sus moscas de acuerdo a la especie que intenten pescar en ese momento.
Para lanzar un cebo tan pequeño, el pescador balancea la caña hacia adelante y hacia atrás hasta que una cantidad considerable de línea se encuentre en el aire. El lanzamiento dependerá del peso de la línea. Los lanzamientos se hacen sobre lugares determinados, como estanques y pequeños embalses en arroyos, donde la mosca puede tocar el agua y luego flotar (pesca de mosca seca) o hundirse (pesca de mosca húmeda). Si pica un pez, el pescador recoge la línea o cuerda mientras tira del extremo de la caña para que el anzuelo se clave en la boca del pez. El pescador lucha con el pez tirando de la línea con la mano o enrollando la línea en el carrete.
Pesca de arrastre
El arrastre, otra modalidad de pesca deportiva en agua dulce, se realiza desde un bote que se mueve lentamente sobre zonas donde los peces se pueden capturar arrastrando un cebo natural o artificial, sujeto a un anzuelo, con un sedal de 27m o más, desde la popa del bote. El arrastre es también el método favorito para pescar peces grandes en agua salada, lo que requiere un bote capaz de navegar en el mar y equipado con asientos de pesca (una silla movible) y unos avíos de pesca especiales y resistentes. Una vez que un pez pica el cebo y es atrapado en el anzuelo se detiene el barco y se saca del agua para introducirlo en el bote. Los pescadores de arrastre usan cañas pesadas y sedales de dacrón o acero.
 
 

 

Visitada 98763 veces.